- Todos hemos asesinado a Mariluz
- Hispanidad, 2008-03-28 # Eulogio López
El peldaño inferior a ese divorcio es la trivialización del sexo, donde la pornografía es omnipresente y una marea viscosa se presenta como liberadora.
Podemos engañarnos a nosotros mismos todo lo que queramos, pero mientras sigan emitiéndose series de televisión donde las relaciones sexuales son poco menos que un divertimento fugaz, mientras las madres tengan miedo a decirle a sus hijas que la exhibición es lo contrario de la elegancia, mientras los padres sigan temerosos de enseñarles a sus hijos que una mujer nunca puede ser utilizada para el propio beneficio -tampoco cuando la utilización es mutua- porque es un ser humano creado para amar y ser amado, mientras a la pornografía resulte liberal, la indecencia desenfado, la vulgaridad comodidad, mientras ahoguemos la voz de los escasísimos seres de una pieza que se atreven a criticar el divorcio entre sexo y donación, entre sexo y procreación... seguirá habiendo malvados como el detenido en Cuenca y niñas como la inocente Mariluz, asesinada cuando iba a comprar unas chuches.
Guionistas, publicitas, diseñadores, editores, productores, articulistas, locutores... y me temo que todos en general, somos presuntos asesinos de Mariluz. Sí, el culpable es quien le asesinó, lo sé, pero deberíamos preguntarnos porque han aumentado tanto las agresiones sexuales, la prostitución, la homosexualidad, la pederastia y el incesto. Que no dejan de ser los peldaños de una misma escalera.
Todos hemos contribuido al cruel asesinato de Mariluz. Otra cosa es que nos empeñemos en negar la evidencia.
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