2008/03/19

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  • Casi medio siglo en el Tíbet
  • Noticias de Gipuzkoa, 2008-03-19 # Mikel Buruaga González

Parece ser que esos monjes tibetanos de pelo corto, túnicas coloridas y meditaciones budistas causan furor en Occidente. Despiertan simpatía en gran parte de la población occidental, y en ello tienen bastante que ver el desconocimiento, por una parte, y cómo no, los intereses político-económicos y mediáticos de Estados Unidos y la Unión Europea con respecto a China (inminente competencia económica y política), a través de sus agencias de información.


El hecho de que unos predicadores de la no violencia inicien unos brutales disturbios parece ser muestra inequívoca de que lo hacen contra un "feroz y dictatorial" Gobierno, el chino, que no les deja otra alternativa.


La calumnia anti-china es más fácil cuando su situación política atraviesa el periodo más controvertido de su historia. A unos pocos meses de los Juegos Olímpicos en Pekín, no han dudado en aprovechar la situación: en el punto de mira, la República Popular de China; al gatillo, el departamento autónomo del Tibet; al mando de la ofensiva, el imperialismo americano y europeo.


Nadie menciona que antes de 1949, cuando aún mandaban los lamas en el Tibet, lejos de existir una paradisíaca comunidad de pacíficos budistas, existía un régimen feudal en el que el 5% de la población tibetana sufría la esclavitud y el 80% la servidumbre.


Tampoco mencionan que el simpático Dalai Lama (cargo ejercido por el principal jerarca político y religioso del país), era, por ley, dueño de todo el país y de sus habitantes, y que a su familia le correspondían en propiedad 27 fincas, 36 prados, 6.170 siervos y 102 esclavos domésticos.


Por no hablar de la marginación que sufrían las mujeres (en tibetanokimen , que literalmente significa nacido inferior), ya que la feminidad se consideraba un castigo por una vida anterior llena de pecados.


La esperanza de vida no superaba los 35 años gracias a una teocracia que consideraba pecado el uso de antibióticos. Además, la incultura (con un porcentaje de analfabetismo del 95% de la población) era el aliado perfecto para el sometimiento del pueblo llano.


Se habla de "ocupación China" en 1949, cuando ya entonces se reconocía al Tibet como parte integrante de la China imperial, así como del Kuomintang capitalista más adelante, que apoyaban el sistema feudal tibetano.


La Revolución china supo que no mantendría al Tibet por las armas, por lo que pactó con la elite tibetana la semilla del futuro: respetarían su estatus, si ellos permitían la construcción de escuelas y hospitales populares.


Aceptaron el trato, pero los terratenientes vieron el peligro que eso suponía, por lo que entre 1956-1959 organizaron revueltas contra estudiantes tibetanos y tropas chinas.


La intervención militar del Ejército de Liberación Popular (ELP) no se hizo esperar: sofocó las revueltas, imponiendo "medidas de ocupación" tales como la abolición del trabajo forzado o la servidumbre, la emancipación de la mujer o el reparto de tierras entre los campesinos.


Millones de campesinos pobres aprovecharon la oportunidad y se levantaron en armas contra terratenientes y monjes lamaístas, que huyeron del país formando el llamado "Gobierno de Tibet en el exilio", bajo el liderazgo del Dalai Lama y el incondicional apoyo de los Estados Unidos.


Con motivo del 49º aniversario de las revueltas contrarrevolucionarias de 1959, casi medio siglo, monjes y exiliados han iniciado violentos ataques contra militares y contra civiles de etnia han, así como contra sus comercios, al más puro estilo de la Noche de los Cristales Rotos .


Cuando escuchamos a los súbditos del imperialismo americano hablar de "libertad", debemos andar atentos.


Y mirar hacia la historia de los pueblos que reclaman la independencia es una buena manera de desenmascarar los intereses ocultos de quienes apoyan los derechos nacionales de ciertos pueblos mientras los niegan en su propio seno.

1 comentario:

ATA Asociación de Transexuales de Andalucía dijo...

Lo que a mi me fastidia es esta manía de identificar al Tibet como si fuera la esencia del Budismo que se tiene en occidente, con sus actores y actrices tan "espirituales" ellos, promoviendo ni más ni menos que un sistema feudal. Lo cierto es que denominar Budismo a eso que practican los monjes en el Tibet es un averdadera aberración, nada hay más alejado de las enseñanzas de sakyamuni que eso que se practica en el Tibet con tanto dogmatismo. Ni siquiera el Hinayana (menos el Mahayana) permite concebir el budismo de esta manera. Con monjes que son semidioses, con un santón divo que va por el mundo recibiendo honores y siendo adorado como si no fuera un ser humano común y corriente. Sidharta despues de ir con putas y con jovenes, despues de haber sido mendigo y príncipe, se sentó bajo el árbol de Bhodi y alcanzó la iluminación. No es más que una forma de decir qu etodos los seres humanos tenemos la semilla de la iluminación dentro. Sidharta no se creó un séquito ni esclavizó a un pueblo... Tampoco los sucesivos Budhas. Por lo general todos los movimientos budhistas han sido bastante desvirtuados por ese engendro llamado "monjes" pero lo del Tibet es ya el summun del despropósito y es justo ese el Budismo al que occidente se rinde...