2008/04/08

> Berria: Lesbofobia > CASTILLA-LA MANCHA: REY CONTINUARA CON SU LUCHA PARA SER READMITIDA EN LA HERMANDAD

  • Abenójar: Rey continuará con su «lucha» por ser readmitida en la hermandad
  • La lesbiana expulsada de la Cofradía de la Virgen de la Encarnación en Abenójar después de casarse ha recibido llamadas de todos los puntos de España, «pero ninguna del Obispado o del párroco»
  • La Tribuna de Ciudad Real, 2008-04-08 # P. Velasco · Ciudad Real

Su teléfono no ha parado de sonar ni sus vecinos han dejado de llamar a la puerta de su casa en Abenójar para darle ánimos. María Rey, la lesbiana a la que el Obispado de Ciudad Real cesó (a través de un escrito firmado por el vicario general) como vicesecretaria de la junta directiva de la Hermandad de la Virgen de la Encarnación en agosto de 2007 y la expulsó de la misma por «su conducta manifiestamente escandalosa» al casarse con la mujer con la que convivía desde hace más de quince años, ha recibido llamadas desde todos los puntos de España tras la publicación en primicia de su caso el pasado sábado por La Tribuna. Sin embargo, el Obispado y el párroco de la localidad «guardan silencio» sobre esta situación, aunque ella aseguró ayer a este periódico que «continuará con su lucha» para ser readmitida en la hermandad.


Desde que la historia de esta pareja ciudadrealeña saltara a la luz pública, María Rey y su mujer han protagonizado reportajes en casi todas las radios y televisiones nacionales, e incluso de algunas comunidades autónomas como el País Vasco o Baleares. Su caso también tuvo repercusión en la mayor parte de los periódicos nacionales, donde incluso dieron pie a denunciar situaciones similares ocurridas en otras provincias, sin olvidar las ediciones digitales en las que el pasado sábado la noticia fue una de las diez más leídas y con más votos y mensajes de apoyo por parte de los internautas.


Pero a pesar de toda la repercusión mediática, María Rey y Dulce Fernández (que contrajeron matrimonio en febrero de 2007), no han recibido todavía la llamada más esperada, la del Obispado o del párroco de Abenójar, Federico Serrano. «No han dicho nada todavía, ni el día de la romería (el pasado domingo) se acercaron a nosotras», señala la ex vicesecretaria de la Hermandad.


Precisamente, el día grande de la celebración de la Virgen de la Encarnación en Abenójar se convirtió en un acto reivindicativo «contra la discriminación», tanto por María Rey como por otra vecina de la localidad a la que el Obispado no ha permitido ejercer como Hermana Mayor durante estas fiestas por ser divorciada. Por este motivo, un gran número de vecinos mostraron su solidaridad con la pareja vistiendo camisetas color verde esperanza, diseñadas para ese día especial. Rey se siente «muy respaldada» por su pueblo y «más tras las muestras de apoyo» del pasado domingo.


Sin respuesta.
El final de las fiestas de la Virgen de la Encarnación no ha cambiado, de momento, el futuro de María Rey en la hermandad a la que pertenecía desde que nació. Ni el Obispado de Ciudad Real ni la comisión gestora en manos de la que se encuentra la cofradía desde la asamblea general (noviembre de 2007), en la que la diócesis exigió la baja de esta lesbiana de 54 años y por lo que dimitió parte de la junta directiva, han respondido a la impugnación de esta decisión presentada por el abogado de la pareja el pasado mes de enero y en la que argumentan que «en ningún momento se han incumplido los estatutos» de la cofradía como justifica el Obispado. Aunque en dicho recurso pidió la convocatoria de una nueva asamblea general, «la comisión gestora sólo se ha reunido para preparar las fiestas», señaló la afectada.


Rey reconoce que «ahora no hay marcha atrás» y piensa continuar con este asunto, aunque tenga que llevar el caso a los tribunales. Ella considera que sigue perteneciendo a la hermandad, la misma a la que pertenece toda su familia.

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