2008/04/09

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  • La lesbiana, el periodista de la corbata roja y la ojeriza a Telecinco
  • El Digital de Castilla-La Mancha, 2008-04-09

El caso de María Rey Santos, la lesbiana de 54 años expulsada de la Hermandad de la Virgen de la Encarnación de Abenójar (Ciudad Real) por considerar el Obispado que su conducta, al haberse casado con otra mujer, ha sido "manifiestamente escandalosa", ha merecido la atención de los medios nacionales de información después de que La Tribuna de Ciudad Real lo diera a conocer. Los que más acento han puesto en el asunto han sido los medios más próximos al entorno de la izquierda como la Ser, El País, Público, El Plural y televisiones como Cuatro, La Sexta y Telecinco.


Todos ellos parecen escandalizados de que a María Rey le prohíba el obispo formar parte de una hermandad religiosa inspirada por la iglesia católica, que no acepta los matrimonios entre personas del mismo sexo. Le han dado al asunto grandes titulares y grandes espacios para tratar de demostrar lo trasnochados que andan los curas en estas cuestiones, mientras que los medios de la derecha han mantenido un silencio muy singular.


Aunque no todos. En Periodista Digital, uno de sus colaboradores, Pedro de Hoyos, ha publicado este martes un artículo de opinión –"La lesbiana y yo"- en el que de forma irónica y sutil sitúa el debate en su justo centro. El autor presenta una parábola de la que él mismo es protagonista como miembro abnegado y convencido del Club de la Corbata Roja, del que habían formado parte también su abuelo y su padre: "Yo adoraba el Club de la Corbata Roja, no había en mi ciudad nadie más distinguido, elegante y entregado a los demás que los miembros del Club de la Corbata Roja. Me acaban de echar, malditos sean, cuando yo esperaba convertirme en presidente. Del Club de la Corbata Roja".


Todo porque ahora se niega a ir con corbata roja, "porque me he decidido a vestir corbatas de otros colores. Sí, ya sé que las más sacrosantas normas de club lo impiden, siempre han exigido a todo el mundo vestir corbatas rojas, era una de los fundamentos básicos". Pero advierte: "No me voy a callar, voy a armar un revuelo de tres pares de narices, voy a llamar a todos los medios de comunicación y les voy a montar un follón de tres pares de narices". ¿Les suena?


Concluye: "Voy a empezar por conectar con esa señora lesbiana que en uso legítimo de su libertad sexual y de su libertad de conciencia ha decidido ser católica y lesbiana al mismo tiempo. ¿Por qué no, si a ella le da la gana?". Y más preguntas: "¿Qué derecho tiene la Iglesia Católica a expulsarla de la Hermandad Católica por ser lesbiana? ¿Es que no hay libertad sexual en España, es que no consagran las leyes, y la primera la Constitución, la libertad de los individuos? ¿Por qué se lo impiden? ¿Y por qué le impiden ser católica también si ella quiere? ¿Quiénes son las autoridades del Club de la Corbata Roja para decidir si yo soy o no soy socio del club? ¿Qué leyes represivas son ésas que me impiden a mí ser socio y llevar corbata amarilla, por ejemplo?". Pues eso, que el asunto está claro.


Tan claro como el malestar existente entre los vecinos de la pequeña localidad ciudadrealeña de Abenójar por el escándalo que se ha montado y por las cosas que han dicho algunos medios de comunicación. Incluso los paisanos que apoyan a María Rey, que son mayoría en el pueblo, aborrecen los comentarios que se han realizado en Telecinco, y así se lo expresaban a uno de los antiguos reporteros de "Aquí hay tomate" repescado ahora para "Las gafas de Angelino". Otra tele de la competencia se ha encargado de airearlo. ¡Es la guerra! Y lo que menos importa, al final, es el fondo del asunto.

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