2008/07/15

> Berria: Justizia > UN GUARDIA CIVIL CONDENADO POR AMENAZAS AL NOVIO DE SU EX RECURRE SU EXPULSION A CARME CHACON

  • Un guardia civil con 16 galardones recurre su expulsión a Carme Chacón
  • Fue condenado por amenazas al novio de su ex cuando él estaba en Afganistán. Está dispuesto a llevar su caso ante el Supremo. Tiene siete medallas, siete felicitaciones individuales y el Premio Príncipe de Asturias a la Cooperación Internacional para su unidad. Ha sido sancionado con seis meses de empleo y sueldo.
  • 20 Minutos, 2008-07-15

Su hoja de servicios no tiene desperdicio. Siete medallas, una mención honorífica, siete felicitaciones individuales y el Premio Príncipe de Asturias a la Cooperación Internacional para su unidad.


Un guardia civil que lleva diez años en los grupos antiterroristas ha sido sancionado con seis meses de empleo y sueldo después de que fuera denunciado y condenado por amenazas con una pistola al novio de su ex pareja en el año 2005.


Cuando se le citó para la vista oral, el agente se encontraba en una misión internacional en Afganistán, por lo que su abogado presentó un certificado para demostrar la ausencia forzosa y solicitar así un aplazamiento. El juez lo rechazó y fue juzgado en rebeldía. ¿La condena? Una multa de 2.500 por las amenazas.


Aunque él siempre ha defendido que no amenazó a nadie, la multa, que ya ha pagado, le acarreó un expediente disciplinario por parte de la dirección de la Guardia Civil que terminó en la suspensión de empleo y sueldo. A pesar incluso de que sus compañeros y jefes inmediatos presentaron hasta siete informes a su favor.


Tres castigos

El agente, de 37 años, que se siente anímicamente destrozado, ha sido castigado tres veces, según sus abogados: la primera, la multa de 2.500; la segunda, la suspensión de empleo y sueldo; y la tercera, la más grave para él, que no podrá recuperar su destino en los grupos antiterroristas.


El guardia civil ha recurrido ante la ministra de Defensa y está dispuesto a llevar su caso ante el Tribunal Supremo. Sus compañeros aseguran que ha sido tratado "peor que un delincuente a pesar de todo lo que ha dado después de diez años en el País Vasco". Se le ha retirado la placa y todas sus armas, con lo que ello supone para su seguridad, por lo que ha tenido que abandonar esa comunidad.


Comandos de ETA y Al Qaeda

El agente sancionado, en la Guardia Civil desde 1995 y en los grupos antiterroristas GAR desde 1998, ha participado en la desarticulación de dos células de Al Qaeda en España y de una decena de comandos etarras, entre ellos el Elurra, el comando que puso la bomba en la T-4 de Barajas en diciembre de 2006. En la última operación que participó, antes de que le notificaran su sanción, fue en la detención el mes pasado de dos empresarias vascas acusadas de pagar a ETA. En 1993, cuando era soldado, fue herido en Bosnia.

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