2008/07/03

> Elkarrizketa: Beatriz Preciado > "EL PORNO ES UNA FICCION CON UNOS CODIGOS MUY ESTRECHOS Y CRITICABLES"

  • Beatriz Preciado, coordinadora del seminario 'Feminismopornopunk' en Arteleku
  • «El porno es una ficción con unos códigos muy estrechos y criticables»
  • Filósofa y estudiosa del cuerpo, Beatriz propone introducir una reflexión crítica en la pornografía. Llega el post-porno
  • El Diario Vasco, 2008-07-03 # Mikel G. Gurpegui

Coordina desde ayer el seminario 'Feminismopornopunk'. Beatriz Preciado, que no se considera ni hombre ni mujer, entiende la pornografía como un espacio privilegiado para estudiar y reformular las identidades sexuales.


- ¿'Feminismopornopunk'? ¿Cómo?
- El problema es que, en términos mediáticos, el feminismo siempre se ha presentado con un discurso victimista, nada lúdico y casi siempre antipornográfico, por entender el porno como mera representación machista. Este seminario trata de demostrar que hay otro feminismo no conservador, que algunos llaman feminismo 'pro-sex' o post-pornográfico, que se da cuenta de que el porno también es un espacio de lucha y de representación de los géneros importante, que no se puede dejar en manos del Estado ni de las multinacionales porno, y deciden reapropiarse de él como una estrategia de lucha política con unas representaciones alternativas.


- El porno habitual cosifica a las personas que muestra. ¿Se trata de luchar también contra eso?

- Sí, claro. Si tú le muestras una de estas manifestaciones post-pornográficas o alternativas a alguien que está acostumbrado a ver porno, te dirá: ¿esto qué es? Esto es porno punk. No está ahí únicamente para excitar al ojo heterosexual masculino, ni siquiera al ojo gay normalizado. Está ahí para interrogarte, para cuestionarte tu propia identidad. A veces también es un ejercicio lúdico.


- ¿Existe un espacio 'post-porno'?
- Annie Sprinkle, que era una actriz porno y empezó a introducir una mirada crítica en sus performances, inició el movimiento a finales de los años 80 en Estados Unidos. Yo le conocí, a ella y a otra gente, y cuando llegué a España nadie hablaba de 'post-porno'. Organicé una maratón en el Macba en 2003 y se crearon pequeños grupos de gente joven. Les he vuelto a invitar ahora y va a ser muy interesante ver su desarrollo. El problema para los pornógrafos alternativos es formar redes de distribución. Es un mundo hoy por hoy minoritario, pero que despierta interés. Para el seminario de Arteleku hemos recibido 150 solicitudes y sólo hemos podido admitir a 70 personas.


- ¿Lo pornográfico nos rodea?

- La pornografía hoy es uno de los lenguajes dominantes, dentro de los medios de comunicación, de internet,... Quizás con los videojuegos, es uno de los lenguajes visuales más difundidos y la representación del cuerpo y la sexualidad con más éxito en occidente. Los movimientos políticos feministas, gays, lesbianos, trans,... deben situarse frente a ese lenguaje, produciendo reinterpretaciones, descodificaciones, otras lecturas. Lo que no puedes es negar que el porno está en todas partes.


- Si nos asomamos estos días por Arteleku, ¿nos sorprenderemos?
- Sobre todo porque las redes de pornografía dominantes son tan saturadoras y hegemónicas, que dejan poco espacio para el porno minoritario. Un consumidor de porno a lo mejor nunca se ha encontrado con propuestas críticas y sería interesante que empezase a cuestionarse lo que ve. Hay una idea de que el porno es como la variante humana de los documentales de la naturaleza, pero es una ficción, con unos códigos muy normalizados, muy estrechos y muy criticables.


- ¿Y este post-porno también recoge otras identidades sexuales?

- Pone en cuestión el binomio hombre/mujer, pero también las identidades fijas. Porque, en el fondo, la pornografía tradicional busca asegurar las identidades. Y lo que realmente te excita igual no tiene que ver con tu supuesta identidad. La identidad sexual es abierta y se construye.


- ¿Añade al feminismo porno el punk para darle un punto agresivo?
- Más que lo agresivo, lo que me interesaba del punk es que en él el centro de la escena es el cuerpo abyecto, el cuerpo aparentemente monstruoso, asocial, con piercings, crestas... Ese cuerpo creo que es el de la postpornografía, un cuerpo que no es inmediatamente reconocible como algo que está ahí para producir placer. El cuerpo porno punk no puede ser el de Paris Hillton. También me interesaba del punk su dimensión barata y ajena a los circuitos.


- En su libro 'Testo yonqui' contaba en primera persona su proceso de autoaplicarse dosis de testosterona. ¿Las sigue tomando? ¿No es una experiencia muy extrema?

- Sí, sigo. Es un libro autopornográfico. Como la testosterona es una dosis psicoactiva, es un chute sexual impresionante. Narro las aventuras sexuales que van ocurriendo. En el Estado español administrarte testosterona es una práctica legal si te defines como transexual y pides al Estado que te deje cambiar de nombre y de identidad sexual. Yo nunca me he considerado ni hombre ni mujer. Entonces, no le voy a pedir al Estado que me deje ser hombre. En mi caso, tomo una dosis umbral, sin lo que llaman efectos secundarios. Tiene una parte punk, de poner en riesgo el cuerpo, pero otras toman la píldora cargada de estrógenos o están todo el día fumando. Vivimos en una sociedad fundamentalmente punk. Hemos llegado a una hipermodernidad tecnológica pero fundamentalmente tóxica y hostil.

  • EL PERSONAJE
  • Nacida en Burgos, es filósofa.
  • Es profesora de Teoría del Género en la Universidad de París VIII y en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona.
  • Es autora del Manifiesto contra-sexual Manifiesto contra-sexual y del libro Testo yonqui.

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