2008/08/13

> Berria: Komikia > EL COMIC SE ACERCA A LA VIDA COTIDIANA DE LOS GAYS Y ABORDA LOS ABUSOS SEXUALES

  • Salón Internacional del Cómic de La Coruña
  • El cómic se acerca a la vida cotidiana de los gays y aborda los abusos sexuales
  • El Correo, 2008-08-13

El Salón Internacional del Cómic de La Coruña inició ayer su calendario de presentaciones con dos autores de primer orden, el estadounidense Howard Cruse y el francés de origen libanés Olivier Ka. De acuerdo con el hilo conductor de esta edición, el compromiso social, el autor americano acercó la realidad de la vida de los homosexuales y el francés explicó el trauma que le supuso ser objeto de abusos sexuales.


Cruse es el creador de la tira de prensa 'Wendel', realizada para el diario 'The Advocate', que cuenta las peripecias de un grupo de amigos homosexuales. Nacido en Birmingham, Howard Cruse vivió desde muy joven todos los movimientos sociales de los años 60, reconoció haber estado inmerso «desde siempre» en una «subcultura» gay. «Al principio las historietas gays eran sólo de sexo, pero yo quise dar un paso más y contar el día a día y la vida completa de esta gente».


En su novela gráfica 'Stuck Rubber Baby', de más de doscientas páginas y que le supuso más de cuatro años de trabajo, el autor muestra «lo que significa ser gay y la vida de los homosexuales» según su propia experiencia. En ella cuenta la relación de un gay con una mujer para tener un hijo, lo que supone «el punto álgido de la experiencia de su vida».


Por otro lado, Oliver Ka subió al Olimpo del cómic francés con 'Por qué he matado a Pierre', una obra de corte autobiográfico que gira alrededor de un suceso acaecido cuando tenía doce años, época en la que sufrió abusos por parte de un cura amigo de su familia.


Ka reconoció que desde que empezó a escribir tenía pensado contar esta experiencia vital pero que no sabía cómo enfocarlo. Así dedicó quince años de su vida a escribir libros infantiles hasta que descubrió «el ángulo exacto» desde el que quería abordar los abusos sexuales. «Quería hablar no sólo del dolor que me ocasionó, sino también ir más allá y contar quién soy y cómo influyó eso en mi vida», señaló. En un principio pretendía escribir una novela, pero fue su «mejor amigo» quien le recomendó que lo hiciera en forma de cómic para que fuera «más gráfico y directo».

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